atardececer
millones de perros en el mundo.[7] Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza. Posee un oído y olfato muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años, con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida en promedio es alrededor de los quince años.Las pruebas arqueológicas demuestran que el perro ha estado en convivencia cercana con los humanos desde hace al menos 9000 años, pero posiblemente desde hace 14 000 años. Las pruebas fósiles demuestran que los antepasados de los perros modernos ya estaban asociados con los humanos hace 100 000 años. Las investigaciones más recientes indican que el perro fue domesticado por primera vez en el este de Asia, posiblemente en China; sin embargo, se ignora si todos los perros domésticos provienen de un mismo grupo o si el proceso de domesticación se repitió varias veces. Un estudio publicado por la revista Nature revela que, gracias al proceso de domesticación, el organismo del perro se ha adaptado[8] a cierta clase de alimentos, en este caso el almidón.[9]
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Los
Es noche de viernes y todos están afuera , divirtiendose, bebiendo, flirteando, siendo felices o al menos eso siento, ¿acaso no existe el fin de semana para ello?, fiestas, encuentros, escapes.
Pero este viernes no saldré, el recuerdo me lame y después me mastica solo para escupirme después, hoy hace un año que murió Enrique, no soy afecta a los aniversarios, es cursi y mas aun los luctuosos, esa necedad de las personas en acariciar la llaga, levantar un poco la herida, provocarse algo de dolor, esa obsesión católica por el dolor.
He decidido quedarme encerrada, la coincidencia de mi período con la fecha parece cabalística, casi como si significara algo, las hormonas haciendo su trabajo sobre mi cerebro, a estas alturas del siglo XXI cualquier mujer que crea que el corazón tiene que ver con los sentimientos es estupida intencional o analfabeta, son solo sustancias en tu cabeza.
Cuando la gente muere se tiende a olvidar lo malo de su vida, como si no hubiera existido, pasa con casi todos , con excepiones contadas como Hitler, pero no tengo muchas cosas buenas que recordar, o al menos se me han olvidado Enrique nunca se distinguió por ser un samaritano bueno, era ese tipo de hombre que se siente merecedor de todo lo bueno en el mundo.
Pero una cosa es perdonar y otra olvidar, parecieran cercanas en una escala, pero hay mucha distancia entre ellas.
Hoy hace un año murió, fui notificada de un accidente en carretera, Julissa estaba deshecha apenas podía hablar pero se controló para darme la noticia de la manera mas suave si es que eso era posible, desde el principio ya sabia lo que seguía, reconocer el cuerpo, recibirlo, cremarlo y llorarlo. Todo iba bien hasta la segunda parte cuando llegó su esposa, llorosa y con mirada de dolor, me dedicó una mirada de un solo segundo segundo, de reojo, cargada de demasiadas cosas , entre ellas reproche para ”la otra”, porque en cuanto ella puso un pie en esa habitación yo adquirí ese nuevo estatus, fue tan nuevo para mi, que me sentí estúpida, ¿acaso todos lo sabían, desde cuando?.
Hoy será igual que ese día , no saldrá de mi una sola lagrima.